A - I n f o s

a multi-lingual news service by, for, and about anarchists **
News in all languages
Last 40 posts (Homepage) Last two weeks' posts Our archives of old posts

The last 100 posts, according to language
Greek_ 中文 Chinese_ Castellano_ Catalan_ Deutsch_ Nederlands_ English_ Français_ Italiano_ Polski_ Português_ Russkyi_ Suomi_ Svenska_ Türkçe_ _The.Supplement

The First Few Lines of The Last 10 posts in:
Castellano_ Deutsch_ Nederlands_ English_ Français_ Italiano_ Polski_ Português_ Russkyi_ Suomi_ Svenska_ Türkçe_
First few lines of all posts of last 24 hours | of past 30 days | of 2002 | of 2003 | of 2004 | of 2005 | of 2006 | of 2007 | of 2008 | of 2009 | of 2010 | of 2011 | of 2012 | of 2013 | of 2014 | of 2015 | of 2016 | of 2017 | of 2018 | of 2019 | of 2020 | of 2021 | of 2022 | of 2023 | of 2024 | of 2025

Syndication Of A-Infos - including RDF - How to Syndicate A-Infos
Subscribe to the a-infos newsgroups

(ca) Italy, Sicilia Libertaria #462 - Historias nuestras. Los cementerios de la mafia. (de, en, it, pt, tr)[Traducción automática]

Date Tue, 21 Oct 2025 07:45:06 +0300


No sé si descubrir un cementerio de la mafia sea, en sí mismo, una gran noticia. Para mí lo fue, poco después de los atentados del '92, en las cercanías de San Giuseppe Jato, a dos pasos de donde diez años antes habían sido asesinados Saro Riccobono y otros cuatro. Pero ni siquiera esto -dejando a un lado la objetiva complejidad de los lugares- es para mí muy importante. Al fin y al cabo, se trata de una historia que, recorrida años después, suena a relato tragicómico, casi "fantozziano". Una bóveda craneal sobresalía entre los detritos de pizzo Mirabella, a los lados del torrente del Vallone Procura. Bóveda que confundí con una especie de concha informe, extraída, manipulada y, finalmente, al darme cuenta de lo que tenía en la mano, interpretada como un hombre del Mesolítico que conseguí llevarme a casa. Entonces, estudiante de Ciencias Naturales, la vi así. Parece increíble, pero esto es lo que realmente pasó, al menos hasta que algunas personas a las que me dirigí para la "determinación" me abrieron los ojos. Siguió casi una carrera hacia los carabineros y otros golpes de escena. La noticia salió en todos los periódicos: se extrajeron cuatro esqueletos. Un hecho que nunca he ocultado, aunque hasta ahora haya permanecido inédito. Finalmente, tras no muchas insistencias de algunos amigos, decidí publicarlo todo en un libro que titulé por lo que exactamente ocurrió: "Cómo descubrir un cementerio de la mafia en San Giuseppe Jato y llevárselo a casa". Porque aquella "necrópolis corleonesa" (así la definieron los periódicos) me permitió "rever" lugares y sensaciones hasta centrarlo todo en un concepto que hoy aparece desdibujado: la mafia no se quiere ver porque está muy cerca de nosotros. Logramos tergiversar su propia historiografía haciéndola partir del mundo campesino que, con distanciamiento de clase, señalamos como brutal, inculto o, para decirlo con una palabra de plena acepción negativa, "viddano". En cambio, la mafia no nace así: se la ve aparecer a lo largo de la estela de la gestión de la violencia que pertenecía a los nobles de los feudos y luego a la burguesía que, en los primeros decenios del '800, salió de su olvido social. Los feudos donde giraba la economía de entonces (solo aparentemente borrados pero sustancialmente reaparecidos con el latifundio) pasaban de mano; los nuevos propietarios eran burgueses emergentes con sólidos vínculos en la política, listos para tomar en mano (también armada) la gestión de un sistema económico que se basaba en el más humillante control de las masas campesinas, que seguían privadas de todo. Los nuevos amos eran notables, en todo caso personas acomodadas adscribibles a los llamados "galantuomini", donde por tal término se entendía un prestigioso rol de clase. Entre ellos, según el historiador Giuseppe Carlo Marino, tienen origen los padrinos mafiosos. La mafia defendía los intereses de la burguesía, porque burguesa era ella misma. Hay muchos ejemplos y en el libro intenté dejar constancia de ellos, mezclando también historias de mi vivencia, porque la mafia -voluntariamente o no- la hemos respirado todos. Hay quien la rechazó y quien hizo de ella, solo con aparente distanciamiento, des-honor de clase. Pero en aquellas montañas yo vivía mi Anarquía. Iba por los pájaros (la ornitología siempre fue mi pasión) y casi tenía la sensación de estar releyendo Historia de una montaña del geógrafo anarquista Élisée Reclus, que "sentía" la Naturaleza, señalando aspectos precursores del ambientalismo. Reclus había estado en Palermo; había descrito, en su Nueva geografía universal impresa en la segunda mitad del '800, el contraste entre los palacios nobiliarios y la pobreza de las masas; luego, el número de afiliados palermitanos de la «maffia», estimados entre 4000 y 5000 unidades. Yo, en cambio, he escrito solo un relato donde he revisitado la mafia "cercana" a mí, no la de los asesinos (por fortuna nunca rozó a mi familia), sino la del "sacco", la de los notables que tuve ocasión de conocer, la del "bienquedismo", la de las iglesias de la Palermo bene y del racismo hacia los barrios pobres (obviamente señalados de "mafia"). He vuelto a ver la Conca d'Oro y el vallone Procura, que saludé entre carabineros con picos y palas, ya envuelto por la oscuridad que traía los olores del matorral perennifolio. En aquellos años ocurrieron los atentados más clamorosos, por relevancia de los asesinados y por deflagración. Solo quien no quiere ver finge no pensar en el potencial subversivo de aquellos hechos, hasta ahora sin verdad judicial sobre los posibles mandantes reales. Ya había sucedido, cuando el Estado había enviado, para una represión policial, al famoso Cesare Mori y, antes aún, al prefecto Malusardi. Lo olvidamos, pero la pirámide criminal había sido bien descrita precisamente para el territorio partinicés ya varias décadas atrás, mientras que, antes todavía, se conocían las asociaciones mafiosas y la propia estructuración de la organización que, con la llegada de Lucky Luciano en la posguerra, se convertirá en la Cosa nostra siciliana. Los aspectos de farsa "fantozziana" no son solo los de mi hallazgo tragicómico, sino también el modo en que el gran público conoció términos como "comisión mafiosa" y sus ramificaciones en familias y "decenas". Terminología difundida con la "fascinosa" película El Padrino. Estaba prácticamente todo, incluidos los "arrepentidos", amistades influyentes, los estimados profesionales. En aquellos años, políticos y prelados palermitanos negaban, sin embargo, la existencia de la mafia. ¿No se habían dado cuenta? Su eliminación no podía sino producirse en el marco de una revuelta social que, sin embargo, cuando estallaba (el ejemplo más formidable es el de los Fasci dei lavoratori siciliani), era eliminada por el Estado y por la propia mafia. Quizá tenga razón Ciro Troiano, criminólogo, que en el prólogo del libro recuerda cómo, de muchacho, en casa de un pariente, me cayó en la cabeza Dios y el Estado. Sin aquel evento inquieto que aún hoy "siento", estoy seguro de que aquel trozo de esqueleto que me llevé a casa nunca lo habría encontrado.

Giovanni Guadagna

https://www.sicilialibertaria.it/
_______________________________________
AGENCIA DE NOTICIAS A-INFOS
De, Por y Para Anarquistas
Para enviar art�culos en castellano escribir a: A-infos-ca@ainfos.ca
Para suscribirse/desuscribirse: http://ainfos.ca/mailman/listinfo/a-infos-ca
Archivo: http://www.ainfos.ca/ca
A-Infos Information Center